¿Por qué mienten nuestros hijos?
Cuando se es padre todos se han encontrado alguna vez descubriendo algún pequeño engaño de sus hijos ¿Por qué miente mi hijo? se preguntan con frecuencia los padres. Depende, la mentira no es algo aislado, ni unidireccional se da en un contexto y etapa determinados. Tiene diferente valor según cuando y como se dé.
En los primeros años de la vida , de los dos a los cinco años los niños no tienen conciencia de mentir, inventan historias sin diferenciar lo imaginario de lo real. Cuando un niño nos relata una fantasía , nos indica su capacidad para recrear situaciones e interpretar el mundo que le rodea. Cuando nos cuenta que “Bob Esponja esta en el jardín” no trata de engañar a nadie , puede estar confundiendo lo que vivió en un sueño.
El lenguaje en esta etapa se desarrolla a gran velocidad y el pequeño/a descubre que las palabras representan un objeto y las utiliza para establecer juegos estimulantes y crear universos alternativos. Para los niños/as todo es verdad porque puede ser enunciado.
La mentira para obtener beneficios y zafarse de las responsabilidades es la verdadera mentira. De los cinco a ocho años coincidiendo con las responsabilidades escolares, el niño ya sabe diferenciar la verdad de la mentira. Comienza a construir su propio concepto moral . El colegio , las responsabilidades y el miedo a fallar a los adultos, hace que las mentiras se vuelvan más deliberadas y mas realistas.
-Juan has terminado los deberes – pregunta papá diariamente
– No tengo deberes papa
Y la dia siguiente la consabida nota en la agenda por no llevar el trabajo hecho.
El papá se enfada sermonea a Juan, lo castiga a múltiples cosas pero no consigue que cambie y el niño está dispuesto a pagar este precio por no hacer los deberes.
Tenemos que pensar que para desarrollar la autonomía deberemos acompañar a nuestro hijo/a y comprobar que realizó los deberes, si nos ha engañado los deberá realizar, sin que el adulto pierda los papeles, y si lo castigamos deberá de entender que es no solo por mentir, sino por no realizar su responsabilidad.
A partir de los ocho años los niños mienten para preservar su independencia, principalmente cuando están llegando a la pubertad y adolescencia, los padres que hasta este momento han tenido a sus hijos de manera absoluta, comienzan a darse cuanta que la vida de sus hijos ya no gira en torno a ellos , entonces quieren restablecer la relación absoluta queriendo que se lo cuenten todo, los niños entonces tratan de satisfacer a los padres sin necesidad de decirles lo que en realidad han hecho, no porque hallan hecho cosas malas, sino en un intento de preservar su intimidad.
En ocasiones los niños/as exageran la realidad, o cuentan historias falsas para sentirse más importantes o sentir su imagen agrandarse. Aquí el niño/a se defiende de su realidad, sabe que no es cierto o que está exagerando con lo que cuenta pero, en su interior la versión que ha inventado funciona como cierta. Si esto permanece y se alarga en el tiempo, es importante analizar que tipo de mentiras nos esta contando , y trata de valorar que esta tratando de decirnos.
Hay otro tipo de mentira sintomática que también requiere intervención de un profesional que va dirigida al perjuicio de otros. Los niños con problemas y manipuladores pueden hacer lo que sea para conseguir lo que quieren. Si un niño/a usa la mentira como medio de relación y una manera de obtener lo que quiere estamos hablando de un problema que necesita intervención.
No se trata de no cuenten lo que han hecho el fin de semana y con quien han estado o dónde han ido, es algo más profundo que hay que procurar modificar.